Disgrafía
Se utiliza para designar el trastorno de la escritura que afecta a la forma o al contenido y la manifiestan niños que no presentan isgrafia lexica problemas intelectuales, neurológicos, sensoriales, motores, afectivos o sociales.
Como características disgráficas se señalan dos tipos de síntomas relacionados. Los primeros, denominados signos secundarios globales, comprenden la postura inadecuada, soporte incorrecto del instrumento (lápiz, bolígrafo, etc.), mala presión del mismo o velocidad de escritura excesivamente rápida o lenta. Por otra parte, los síntomas específicos, ponen su atención en elementos del propio grafismo como gran tamaño de las letras, letras inclinadas, deformes, excesivo espaciado entre letras o muy apiñadas, enlaces indebidos entre grafemas, letras irreconocibles y, en definitiva, texto de difícil comprensión.
Existen dos clasificaciones de Disgrafía
Ø Disgrafía léxica
Ø Disgrafía motríz
La Disgrafía
Léxica reúne todo el conjunto de rasgos que afectan directamente a la formación de las palabras. Las características básicas a
través de las que se manifiesta son:
·
Omisión de letras, sílabas o palabras: Generalmente las
omisiones de letras son más frecuentes al final de sílaba (por ejemplo, “fata”,
en lugar de “falta”) y de palabra (omisión de “s” en los plurales) y aparecen
con más asiduidad que las omisiones de sílabas y más aún que las omisiones de palabras.
·
·
Confusión de letras con sonidos o
grafías semejantes: Suele producirse cuando no están bien
integrados la totalidad de los fonemas de la lengua. La confusión de sonidos
con otros semejantes es propia de una Dislexia Auditiva, mientras que la
confusión de grafías semejantes como por ejemplo la “b” y la “d”, o la “p” y la
“q”, se producen en la Dislexia Visual, donde el alumno
es capaz de visualizar en tres dimensiones cada letra y moverlas en el espacio
de su imaginación, dándoles la vuelta con toda facilidad.
·
Inversión o trasposición en el orden
de las sílabas: Por ejemplo, “lladama” en lugar de
“llamada”.
·
Invención de palabras
·
Agregado de letras o sílabas
·
Unión o separación incorrecta de
palabras: Este rasgo es de los más difíciles de
corregir, pues resulta complicado explicar de forma inteligible que hay
secuencias que, en unas ocasiones, funcionan como palabras sueltas y, en otras,
como parte integrante de otra palabra. Es el caso de muchas preposiciones (a,
de, en…) o determinantes (el, un, la…). Así, podemos encontrarnos con ejemplos
como los siguientes: “Voy ami casa”; “Quiero un caramelo dementa”; “Voy ala
cama”
En cuanto a la Disgrafía Motriz o Caligráfica, consideramos que
se refiere a todos aquellos trastornos que afecten a la forma de la letra, es decir, a la grafía en sí misma;
así como a la disposición del cuerpo del texto sobre un soporte. Sus
características más frecuentes son:
·
Trastornos de la forma de las letras: En especial,
cuando la distorsión de los trazos da como resultado una grafía ilegible
·
Trastorno del tamaño de las letras: Letra demasiado grande o pequeña
·
Deficiente espaciamiento entre las
letras: Grafías apelmazadas que dificultan la inteligibilidad
·
Inclinación defectuosa de renglone: Tanto en sentido
ascendente como descendente o con alternancia de ambas formas. Esta
característica depende mucho de la posición del papel respecto al escribiente.
Normalmente lo adecuado suele ser un ángulo de 45º respecto a la mesa, de forma
que el brazo de la mano que escribe quede en paralelo con el folio
·
Trastornos en la presión de la
escritura: Se suelen producir como consecuencia de una tensión excesiva en la
sujeción del útil de escritura. La tensión puede originarse en el hombro,
debido a una postura inadecuada y bajar por el brazo hasta la mano que escribe.
También la presión insuficiente por falta de fuerza en las manos, puede motivar
que el lápiz o bolígrafo se mueva dando lugar a una escritura “floja” e
insegura. En ocasiones, una presión excesiva puede estar encubriendo una falta
de fuerza en las manos, que se manifiesta en una presión excesiva pero
inadecuada por falta de control
·
Trastornos en la fluidez del ritmo
escritor
·
Trastornos en la direccionalidad de
los giros: Realizar las letras en el sentido contrario del habitual, como por
ejemplo la “o” en el sentido de las agujas del reloj
·
Alteraciones tónico – posturales: Que motivan
muchos de los otros aspectos arriba mencionados
·
Incorrecta posición de la pinza: Aspecto
íntimamente unido a la falta de fuerza en las manos. En la práctic,a
encontramos reticencias por parte de los alumnos a la hora de cambiar algo que
han estado haciendo de una determinada manera durante toda su vida,
especialmente porque cualquier otra forma de sujetar el lápiz que no sea la
suya propia, a la que están acostumbrados, les resulta particularmente incómoda
La edad a la que se puede considerar
que la letra de un alumno presenta “Disgrafía” en sentido
estricto, está en torno a los 7-8 años, según la mayor parte de los estudiosos.
Hasta entonces, se pueden encontrar rasgos propios de la inmadurez de la edad
temprana del niño y, en algunas ocasiones, síntomas que nos pueden llevar a
plantearnos una prevención para evitar futuros problemas deDisgrafía
Para decir que existe una Disgrafía, no es necesario que existan todos los
rasgos mencionados anteriormente. Es más, podemos afirmar que es muy difícil
que se den todos en un solo alumno
Tampoco hay una regla fija acerca de
cuántos rasgos y en qué medida son indicativos de la existencia de una Disgrafía. Pero, en general, se entiende que existe un
problema cuando la cantidad y gravedad de los rasgos existentes dan lugar a una
letra ilegible
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